Apoyo a los Objetivos del Milenio

     Estos días se reúne en Washington la Asamblea de Naciones Unidas con buena parte de los representantes de las Naciones del Mundo, entre ellos nuestro Presidente Jose Luis Rodríguez Zapatero. Nos encontramos en el año 10 del nuevo milenio estrenado.  Diez años han pasado por tanto desde que la Iglesia solicitara el Jubileo y que los líderes mundiales (nuestros representantes civiles) se comprometieran en ese mismo lugar con los llamados Objetivos del Milenio para 2015; ocho objetivos y  varias docenas de metas cuantificables sobre temas pluridisciplinares relacionados directamente con la dignidad humana y en consonancia con los Derechos Humanos firmados hace décadas.

     En esta evaluación se está viendo que los progresos no son los deseados y en muchos campos ni tan siquiera están existiendo avances. Es posible que hayamos logrado avanzar en el % de asistencia escolar (no tanto en la calidad de la misma, grave riesgo al que nos enfrentamos en todo el mundo) pero en desnutrición seguimos paralizados en niveles altísimos.
     La realidad es que para hacer frente a cuestiones tan importantes, es precisa una fuerte voluntad política y social y medidas y cambios realmente contundentes y algunos necesariamente estructurales. El fluir de un mercado regulado asimétricamente por unos intereses “no mundiales” y la escasa solidaridad-cooperación internacional en comparación con los problemas a enfrentar hacen que la situación permanezca.

     Desde Sintiendo el Sur queremos manifestar un mensaje claro:
     Queremos un mundo mejor y más equilibrado, que se cumplan los Objetivos del Milenio cueste lo que cueste. Sabemos que eso puede exigirnos sacrificios personales y nacionales (tal vez tendremos que reducir el consumo, tal vez deberemos contribuir más fiscalmente…) pero que ellos se verán compensados y harán posible un mejor futuro de nuestros hijos y de los hijos del Sur.

       Pedimos por tanto a los que nos representan que luchen por ello. Estamos de acuerdo por ejemplo con la propuesta que ha hecho nuestro presidente respecto al impuesto internacional a las transacciones financieras. Sería un paso importante, aunque no el único. Desde las alturas políticas conocen mejor que nadie los mecanismos y las interacciones económicas y sociales. Algunos pasos o iniciativas van en la buena dirección, pero están siendo muy tibios y no se están atreviendo a proponer las reformas que el mundo actual demanda.

     Al igual que nuestra Iglesia sigue sin adaptarse a los tiempos, las instituciones políticas tampoco lo hacen y mantienen vetos y pesos políticos más basados en lo militar y lo económico que en la justicia, la representatividad mundial y el interés general.
     Como ciudadanos tampoco acabamos de tomar conciencia del grado de importancia que estas cuestiones tienen. Los medios de comunicación nos hacen dedicar más tiempo al fútbol que a esto. El mundo será lo que sus ciudadanos queramos y construyamos, pero para ello debemos ejercer el poder y la responsabilidad que nos corresponde.
     Desde Sintiendo el Sur queremos formar parte de una sociedad informada, concienciada, responsable y valiente. Sin un tejido fuerte, maduro y comprometido es difícil que nuestros dirigentes tengan el respaldo necesario para apostar por medidas delicadas y que puedan afectar nuestro statu-quo.

     Somos ciudadanos del mundo, nos nombramos hermanos al rezar el Padre Nuestro y así queremos sentirnos; y hay cosas en el mundo, que es el nuestro, que no nos gustan; sabemos que pueden y deben cambiarse; exigirán sacrificios… estamos dispuestos. Pero por favor… intentémoslo. El hambre, la pobreza, la desigualdad, la esclavitud económica, las chabolas de lata en barrancos sin agua y luz…no son inevitables. Es el desafío y el juicio de nuestra generación. ¡¡Queremos que se cumplan los Objetivos del Milenio y vamos a luchar por ello!!

     Sintiendo el Sur