Comunicado de Sintiendo el Sur sobre la Evaluación de los Objetivos del Milenio

Imprimir

 Estos días de Septiembre en Nueva York, en la sede de la Naciones Unidas, se encuentran reunidos muchos líderes mundiales evaluando los Objetivos del Milenio (erradicar la pobreza extrema y el hambre; lograr la enseñanza primaria universal; promover la igualdad entre los géneros y el empoderamiento de la mujer; reducir la mortalidad infantil; mejorar la salud materna; combatir el VIH/Sida, la malaria y otras enfermedades; garantizar la sostenibilidad del medio ambiente; y fomentar una alianza mundial para el desarrollo) firmados hace casi década y media y marcar las líneas de la Agenda Post-2015 de la Naciones Unidas.

 Por mucho que quiera maquillarse la evolución los resultados en la mayor parte de los campos es bastante desoladora. Los índices de desnutrición se mantienen estancados en niveles cercanos a los 1.000.000.000 de personas.  La desigualdad social y económica sigue creciendo, sobre todo a lo interno de los países. La calidad educativa y su valor social, pese al aumento de la escolarización y la tecnificación educativa, está sufriendo retrocesos en muchos países del norte y del sur. La Tierra sigue sufriendo una acelerada explotación de sus recursos no renovables y los niveles de CO2, la temperatura ambiental mantienen su perspectiva de crecimiento con las implicaciones que esto supone en cuanto a modificaciones climáticas y contaminación atmosférica; hemos dado pasos hacia atrás en cuanto a la “sostenibilidad ambiental”. Pero quizás sea el Objetivo 8 “fomentar una alianza mundial para el desarrollo” el que menos se ha cumplido; el Sistema de las Naciones Unidas y sus mecanismos son hoy más frágiles y con menos peso respecto al  G8, G20, FMI, OMC y las grandes corporaciones empresariales que hace 15 años. La “alianza mundial” se ha convertido en “competitividad mundial” y la búsqueda del interés general se siente cada vez más lejana de los verdaderos centros de decisión. Los Estados, especialmente el español, se han vuelto a reír de los pequeños compromisos financieros (0,7%) para construir justicia y desarrollo en el planeta, que fueron asumidos tras años de presión ciudadana.

this drug to treat anxiety with medication

Desde Sintiendo el Sur queremos manifestar, alineándonos con Caritas Española  http://www.caritas.es/noticias_tags_noticiaInfo.aspx?Id=6869 que la erradicación del hambre de la inseguridad alimentaria y de la malnutrición deben ser los objetivos básicos de la nueva meta mundial que acuerden los miembros de la ONU y que no es otra que la “Pobreza Cero”. Queremos del mismo modo constatar que la pobreza extrema y el hambre sólo pueden ser erradicadas si las desigualdades se reducen y los derechos humanos se protegen. Además, debe darse prioridad absoluta a impulsar las políticas centradas en las personas, por y para ellas, que generen un impacto positivo en la vida de los grupos más vulnerables y marginados de la sociedad, y que apoyen el empoderamiento de las mujeres y las niñas.

No tenemos mucha confianza en los pasos que permitan los líderes mundiales en este encuentro; de hecho cada vez tenemos un sentimiento mayor de no sentirnos representados por ellos. Pero por ello no vamos a bajar la voz, dejar de exigir justicia, intentar llevar la coherencia a nuestras vidas e informaros a todos los que formáis parte de esta pequeña gran familia de Sintiendo el Sur que las cosas podrían ser de otra forma; porque otro mundo más fraterno, humano, sensible con la tierra y con lo que legamos a nuestros hijos e hijas es posible.  Hay muchos colectivos, personas, familias y gentes de nuestro entorno y de todo el mundo en marcha luchando por este cambio. Nos sumamos a él y a las recientes palabras del papa Francisco: “¡Los ídolos nos quieren robar la dignidad! ¡Los sistemas injustos nos quieren robar la esperanza!”.

Sintiendo el Sur